Mundo sin guerras y sin violencia A Coruña

Marisa Fernández lleva media vida dedicada al activismo y a luchar por un mundo sin violencia. Hoy, a sus 55 años, es presidenta de la Asociación Mundo sin Guerras (MSG) de A Coruña, una entidad que este año participa por primera vez en el Festigual con la Muestra de cine por la paz y la no violencia Cinemabeiro. Como se puede intuir por su nombre, Cinemabeiro estuvo lleno de cine. De cortos y largometrajes en los que se daba voz a mujeres, migrantes y personas con diversidad funcional. Los filmes se convirtieron en una vía para mostrar entre otras cosas a violencia cotidiana, estructural, que sufren muchas personas y colectivos pero que apenas se visibiliza.

“Normalmente es muy fácil reconocer la violencia física: las guerras o las agresiones físicas. Pero hay otros tipos de violencia que condicionan nuestras vidas”, explica Marisa en uno de los descansos de esta muestra que en esta primera edición demostró ser un escaparate del mejor cine de Derechos Humanos.

Marisa Fernández del colectivo Mundo sin guerras y sin violencia
Marisa Fernández

“Normalmente es muy fácil reconocer la violencia física: las guerras o las agresiones físicas. Pero hay otros tipos de violencia que condicionan nuestras vidas”.

Además de proyecciones, hubo cinco mesas de debate, una de ellas dedicada al derecho a la educación de las personas con discapacidad funcional, mental, trastornos mentales y en riesgo de exclusión social. Y es que estas personas, según explica Marisa Fernández, también sufren esta violencia que a veces es invisible e invisibilizada. Asociaciones que trabajan en el campo de la salud mental, como Apem, Aspace o Conseguir, estuvieron presentes.

En esta sociedad “si una persona tiene algún tipo de discapacidad, o es mayor, se considera que no es productiva”, comenta con indignación, y añade que cuando una persona individual o un colectivo es excluído por esta razón, los afectan a todos y a todas, aunque no seamos conscientes. “Cuando un ser humano sufre, sufrimos todos, porque ese ser humano tiene algo que ver con todos nosotros. Aquí nadie sobra”.

Marisa Fernández critica que “todas esas necesidades de cuidados recaen sobre las familias”, pues como sociedad “no nos hacemos cargo de cuidar”. “No nos hacemos cargo ni de cuidarnos a nosotros mismos”.

Fotograma del corto Laatash
Fotograma del corto Laatash
Fotograma de la película At the Philosopheres School
Fotograma de la película At the Philosopheres School

Cuando un ser humano sufre, sufrimos todos, porque ese ser humano tiene algo que ver con todos nosotros. Aquí nadie sobra”.

Para finalizar con este tipo de violencias tan presentes pero olvidadas, primero hay que verlas, ser conscientes de que son una realidad. Ahí es donde entra en escena el cine. “Yo creo que el cine ayuda a darse cuenta y a visibilizar”, indica Marisa sentada junto a una de las grandes cristaleras que dan al mar en el Museo Domus de A Coruña. “El cine llega a la imaginación, al corazón. Es un modo de concienciar… y una vez que nos enteramos de la realidad, llega la pregunta: ¿Qué podemos hacer?”

El cine llega a la imaginación, al corazón. Es un modo de concienciar”

Fotograma de la película Nuestra vida como niños refugiados en Europa
Fotograma de la película Nuestra vida como niños refugiados en Europa

En Mundo Sin Guerras lo tienen claro: diálogo, acción y cooperación. Este movimiento social, que nació en Chile en 1995, está actualmente presente en cerca de 40 países. En ellos realiza actividades locales pero también promueve campañas internacionales como el “2000 sin guerras”, “Educación para la No violencia”, el “Foro por la Paz y la No-Violencia” o la “Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia”. El año pasado 3.500 chicos y chicas de varias escuelas de A Coruña se desplegaron a lo largo del paseo marítimo de la ciudad formando una gran cadena humana por la paz y la no-violencia. Yo quiero vivir en paz, Rechaza el Bullyng en el aula ou Lucha contra el machismo fueron algunos de los lemas que se podían leer en las pancartas del alumnado.

La hoy presidenta de MSG también era muy nueva cuando comenzó en el activismo. “Hace mucho tiempo que las cosas no están bien, no es cosa de ayer ni de anteayer. Yo cuando desperté y comencé a darme cuenta de cómo eran las cosas, ya no me gustaron”. Desde entonces lucha por mejorarlas, acompañada de toda la base social y los compañeros y compañeras de su entidad.

“Tengo un gran amigo que siempre me dice que son muy utópica”, recuerda sonriente. “Yo tengo mucha fe en el futuro, creo que somos extraordinarios, todos y todas, y tenemos una capacidad extraordinaria de transformar las cosas. Por eso tengo esa certeza, a pesar de que sé que será difícil”.

Yo tengo mucha fe en el futuro. Creo que todos y todas tenemos una capacidad extraordinaria de transformar las cosas”.

Será difícil, pero opina que gracias a iniciativas como el Festigual o convocatorias como la de la Fundación Emalcsa, estamos en el buen camino. “Gracias a la ayuda de la Fundación Emalcsa podemos hacer esta muestra de Cinemabeiro, si no no podríamos. Poder acceder a una subvención nos ayudó a que esto sea una realidad, por lo que estamos muy agradecidos”.

Organizan:

imagen del logotipo del concello da coruña
imagen del logotipo de la fundación emalcsa
Colaboran:

imaxe do logotipo da fundación maría josé jove
imagen del logotipo de vegalsa
Gestiona:

imaxe do logotipo de culturactiva